mayo 31, 2010
mayo 13, 2010
No importa que te amen o te critiquen
te respeten, te honren o te difamen, que te coronen o te crucifiquen; porque la mayor bendición que hay en la existencia es ser tú mismo.
El hombre ha vivido a través de los siglos como un borrego
formando parte de la multitud, acatando sus tradiciones, convenciones, siguiendo las antiguas escrituras y las viejas disciplinas.
Es rara la persona que transforma su vida en un crecimiento
en un largo viaje de auto realización, que se convierte en lo que estaba destinado a ser. En Oriente hemos llamado a ese hombre Buda; en Occidente hemos llamado a ese hombre Cristo.
Mira profundamente dentro de tu corazón
Escucha la voz silenciosa de adentro.
Y recuerda una cosa:
la vida es satisfecha sólo a través de anhelos, nunca a través de ambiciones.
La vida es maravillosa sólo por la vía del corazón, nunca a través de la mente.
La mente hace ciencia, el corazón hace religión.
La mente puede darte mejor tecnología, mejores artilugios.
El corazón te da los verdaderos valores, los valores fundamentales:
amor, beatitud, verdad, libertad, consciencia, Dios.
Y una vida sin estos valores no tiene valor
Y recuerda una cosa:
la vida es satisfecha sólo a través de anhelos, nunca a través de ambiciones.
La vida es maravillosa sólo por la vía del corazón, nunca a través de la mente.
La mente hace ciencia, el corazón hace religión.
La mente puede darte mejor tecnología, mejores artilugios.
El corazón te da los verdaderos valores, los valores fundamentales:
amor, beatitud, verdad, libertad, consciencia, Dios.
Y una vida sin estos valores no tiene valor
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